¿Qué hago si mi coche es declarado siniestro total?

Aunque no sea un escenario deseable, sino temido por todos los conductores, a veces la realidad se impone y el seguro nos lanza un diagnóstico contundente: siniestro total. ¿Qué hacer entonces? ¿Es posible vender lo que queda de mi vehículo? La respuesta es sí, se puede, aunque con algunas especificaciones.

¡E incluso podría salirte rentable!

En realidad, son varias las opciones que tenemos cuando, después de un accidente, nuestro seguro declara el coche en siniestro total, lo que ocurre cuando el coste de una posible reparación supera el 75% del valor venal del vehículo o, por decirlo de otro modo, el valor de venta del mismo en el momento del accidente.

Las opciones disponibles son las siguientes: aceptar la indemnización que, en su caso, te ofrezca tu compañía de seguros, aunque debes recordar que esto sólo ocurrirá si el siniestro no es consecuencia de una imprudencia tuya; reparar el coche, solicitando a tu compañía aseguradora la cuantía correspondiente, justificando siempre el coste de la reparación y negociando con ella, aunque ya te adelantamos que no es un trámite precisamente sencillo; vender el vehículo, o lo que queda de él, siempre que creas que te puede ser más rentable.

En este último caso, tu única obligación sería comunicárselo a tu compañía de seguros.

Ahora bien, ¿dónde podemos venderlo? Si decides que la venta te resulta más rentable que las otras opciones antes mencionadas, existen varias alternativas diferentes. Lo primero que debes saber es que la nueva legislación te impide comercializar las piezas de forma particular, así que deberás recurrir a alguna de las siguientes opciones.

Por un lado, hay concesionarios que pueden estar interesados en comprar coches siniestrados, siempre y cuando su estado no sea desastroso, aunque se trata de una opción que, por lo general, es poco competitiva.

También existen algunas páginas web donde podrás ofrecer tu vehículo, algunas de las cuales te enviarán una tasación si les mandas una fotografía de tu vehículo. Otras te permitirán subastarlo al mejor postor. Por último, esta por supuesto la opción de acudir a un desguace o Centro Autorizado de Tratamiento (CAT) y vender tu coche por piezas.

Suele ser una opción rentable, pues te ahorrarás los gastos de mano de obra para el despiece (o el esfuerzo, si es que optas por despiezarlo tú mismo), y en un desguace nos dedicamos precisamente a esto: recibir coches, tramitar su baja y despiezarlos, aunque nuestro consejo es que no te precipites.

¿Lo mejor? No te quedes con el primer valor que recibas, consulta las distintas opciones disponibles y, por supuesto, no descartes de inmediato la opción de recibir la indemnización del seguro. Al final, se trata de una decisión de rentabilidad.